En Madrid tenemos un templo egipcio, auténtico y antiguo. Se trata del TEMPLO DE DEBOD. Está en el Parque del Oeste junto a la plaza de España, donde se encontraba el Cuartel de la Montaña.
El hermoso templo en el Parque del Oeste. Las vistas son espectaculares.
Está orientado de Este a Oeste (¡qué casualidad! igual que la mayoría de las iglesias) y fue un regalo del Gobierno Egipcio en agradecimiento a la ayuda española en la salvación de los templos de Nubia ( ya sabéis: Abu Simbel y otros cuantos que hubo que desmontar y trasladar cuando en 1968 se inauguró la inmensa presa de Asuán.
Abu Simbel, exterior
Abu Simbel, interior. Estas dos fotos no son mías. Egipto me espera todavía y mucho me temo que va a tener que esperar bastante.
Pero España no fue la única que recibió un regalo semejante. Estados Unidos recibió el templo de Dendur y se conserva perfectamente en el Metropolitan Museum de Nueva York. Italia el de Ellesiya (Museo egipcio de Turin). Holanda el de Taffa (Rijksmuseum van Oudheden en Leiden).
Como veis los otros tres países tienen su templo en un museo protegido de las inclemencias meteorológicas. Nosotros lo tenemos en la calle al fresco. Supongo que lo tendremos analizado, medido, controlado y protegido. ¡Vaya usted a saber! Somos muy chulos. En verano, calorazo. Y en invierno, un frio que te pela.
Sigo:
El monumento tiene unos 2200 años más o menos y su parte más antigua fue mandada construir por el faraón nubio Adikhalamani de Meroe, en el 200/180 a.C. dedicándoselo al dios Amón. En la época tolemáica le añadieron varias salas y los emperadores romanos tampoco se quedaron quietos. (siglos I a.C. al II d. C.).
El faraón Adikhalamani presentando sus ofrendas al dios Amón.
Este templo se encontraba en la pequeña localidad de Debod, en las orillas del río Nilo en la Baja Nubia. Un poco más al norte se haya la isla de Filé donde se encontraba el gran santuario de la diosa Isis.
El emperador Teodosio I ordenó cerrar todos los templos paganos pero al parecer el de Debod siguió en activo aunque en decadencia. Es en el siglo VI cuando Justiniano ordena cerrar definitivamente todos los templos paganos que aún mantuvieran culto, como el de Isis en la isla de Filé al que pertenecía el de Debod. Y aquí comienza la ruina y el deterioro.
Así se encontraba a comienzos del siglo XX en su emplazamiento original (foto de Francis Frith)
El templo llegó a España como un turista más llegando en barco a Valencia (obviamente desmontado piedra a piedra) y desde allí, por camión, llegó en 1970 a Madrid.
El templo que vemos está muy reconstruido (toda la fachada) y se diferencian perfectamente las partes originales de las nuevas. Se ha conseguido unificar el color de las piedras con las nuevas procedentes de Villamayor, Salamanca, que le confieren un color dorado y que en los atardeceres presentan una vista espectacular.
Fachada reconstruida. Dos capiteles son auténticos.
Desde su inauguración en 1972 este venerable edificio fue utilizado para varias actividades: Pases de cine de verano, representaciones teatrales, etc. Pero lo más grave es la contaminación y el clima de Madrid. El ayuntamiento de Madrid dice que está perfectamente controlado. ¿?.
Un regalo como este no debería estar a la intemperie en un clima distinto al que ha estado acostumbrado por más de 2200 años.
Durante el siglo XIX, y también mucho antes fue visitado por "turistas" que dejaron sus graffitis, esa mala costumbre de grabar su nombre en cualquier sitio, (en San Zoilo, en Verona, los he podido ver en frescos de madonnas del siglo XV). Hay uno apenas visible junto a una de las esquinas. Es un dromedario.
Grafitti del XIX
El templo conserva estas partes:
Distintas imágenes de los bajorelieves, en el corredor hacia el Mammisi (lugar donde residía el dios) y que algunos presentan restos de policromía .
Otro graffitti, esta vez en griego
Ureus (símbolo solar) en un dintel
Inscripción en griego
Maqueta en el interior, procesión ritual.
Maqueta de la ubicación de los templos en la ribera del Nilo. Con el complejo de templos en la isla de Filé.
La isla de Filé (maqueta) y detalle de los templos
Detalle de uno de los capiteles de la fachada
Bien merece la pena pasarse a verlo. Es una suerte tener un templo egipcio, aunque sea en medio de la calle. La entrada es gratuita y los lunes está cerrado. Para mayor información consultar:
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