Día 9 de noviembre. Nos vamos a Teruel. Vamos con un viaje organizado. Salimos en autobús a las 8 en punto de la mañana.
La primera parada (baño, café, estiramiento piernas) en Molina de Aragón, que es de Guadalajara a pesar del nombre.
Un poco de historia:
Reino de taifa fue conquistada el 1128 por Alfonso I el Batallador. Su heredero, Ramiro II, la cede a Castilla. Fue repoblada por castellanos y al poco pasa a manos musulmanas. En 1139 la conquista Manrique de Lara y la convierte en Señorío. Enrique II de Castilla se la regala a su lugarteniente Bertrand du Guesclin. Los molineses se cabrean y se rebelan pasando en 1366 a manos aragonesas. Pero en 1375 la infanta aragonesa Leonor, en dote, la aporta en su matrimonio con el infante Juan de Castilla, y desde entonces es castellana a pesar del nombre. ¡Ahí queda eso!.
Iglesia de S. Gil, en ruinas
Puente románico del siglo XIII al fondo el castillo
Iglesia de S. Francisco
Iglesia de Sta. Clara
Y seguimos nuestro camino hacia Teruel. A los pocos kilómetros entramos en el antiguo reino de Aragón. La siguiente parada es para visitar el impresionante castillo de Peracense.
Se trata de uno de los más bellos castillos aragoneses que ha sido restaurado con mimo. Está construido aprovechando una prolongación rocosa de ródeno, (arenisca de color rojizo) fuertemente escarpada y que le confiere un peculiar aspecto. En la Edad Media por su posición limítrofe con los reinos de Castilla y Aragón es cuando su importancia se acrecienta. La ampliación y reforma se lleva a cabo en el siglo XIV.
Habitación del alcaide en el recinto superior.
Vista desde lo alto del castillo en el valle la población de Peracense
Consta de tres recintos. El primero donde se refugiaban los aldeanos con sus ganados en caso de razzias. El segundo donde vivían las tropas con sus caballos. Y en el tercero donde lo hacía el alcaide con su familia.
Por su situación en un roquedo y por su disposición resultaba prácticamente inexpugnable.
Después de pasear por sus dependencias disfrutando de un excelente tiempo y transportados a otros tiempos, volvimos al autocar con dirección a TERUEL.
TERUEL:
Se encuentra en el sur de Aragón. Tiene un importante patrimonio artístico mudéjar (arte cristiano construido por musulmanes) Los ríos Guadalaviar ó Turia y Alfambra bañan sus muros.
En octubre de 1171 Alfonso II de Aragón conquista la fortaleza musulmana y la tradición dice que funda Teruel porque un toro mugió en un cerro y que sobre su testuz brilló una estrella. De ese hecho parece ser que proviene su nombre (de tauro y del nombre de la estrella Actuel). Parece ser que el cerro es donde en la actualidad se encuentra la plaza del Torico con la estatua del mismo sobre una columna.
Su situación cercana al reino musulmán de Valencia le sirvió para ser cabeza de puente en la conquista posterior de este reino. Pedro IV de Aragón le confiere el título de ciudad.
Llegamos a Teruel y nos alojamos en el hotel Isabel de Segura*** que se encuentra en el ensanche. Hotel tranquilo, cómodo y con instalaciones muy aceptables.
Después de tapear y pasear por las calles casi desiertas, fuimos a tomar unos mojitos a un sitio que nos llamó la atención el bar La Torre, justo a los pies de la iglesia de El Salvador. Tanto es así que la base de cantería es la pared del bar. El sitio es muy acogedor, los mojitos excelentes, bien de precio, pero lo mejor de todo es que puedes estar viendo un partido de fútbol y contemplando a través del techo de cristal la magnífica torre mudéjar.
Curioso detalle de bienvenida en la habitación, con las toallas de baño
Cruzamos por el viaducto de los años 20 para acceder al casco antiguo.
Y a donde nos dirigimos es el corazón de la ciudad: La plaza del Torico.
La plaza del Torico. al fondo la torre mudéjar de El Salvador
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El Torico
Casa modernista de Pablo Monguió en la plaza del Torico
Y por una de las callejas que salen de la plaza nos dirigimos a ver una de las joyas de esta ciudad: La Catedral de Santa Maria.
Bellísima catedral de estilo mudéjar donde destacan las incrustaciones de cerámica verde
Cimborrio de la Catedral
e 
Extraordinario retablo sin dorar, siglo XVI, realizado en madera de pino por Gabriel Joly.
Artesonado mudéjar de finales del siglo XIII
Cuerpos de la torre . Obsérvense las aplicaciones de cerámica
Después de visitar el interior de la catedral, nos dirigimos hacia la torre de San Martín, otró ejemplo de arte mudéjar.
San Martin
Cuenta la leyenda que hace muchos años había una moza que era pretendida por dos maestros alarifes. El padre de la niña para entregar su mano, puso una condición: El que hiciera la torre más hermosa, alta y perfecta, sería el que se casara con su hija. El arquitecto de San Martin construyó ésta pero por defecto o por el terreno está ligeramente inclinada. El padre ante este fallo, entregó la mano de su hija al otro pretendiente. Despechado, el arquitecto de San Martin, subió a lo alto de su torre y se arrojó al vacío. ¡Eso es amor y lo demás son tonterías!.
Desde allí visitamos otra torre igual de hermosa y airosa, la de El Salvador.
Subimos a lo alto para contemplar el atardecer mientras las campanas nos ensordecían.
Rampa de acceso al campanario
Bajamos hasta la escalinata donde hay un altorrelieve con la historia de los Amantes justo cuando anochecía.
Escalinata-monumento en honor de los Amantes, de estilo neo-mudéjar
Anochecer en Teruel
También visitamos los aljibes medievales, justo bajo la plaza del Torico, pero nos quedaba por ver lo que hace de Teruel centro de los enamorados. ¡Es una pena que sea Verona, con unos amantes imaginarios, la ciudad de los enamorados, cuando es TERUEL la que tiene los restos de ISABEL DE SEGURA y de DIEGO DE MARCILLA los verdaderos amantes muertos de amor. ¡Y no es una leyenda!.
Ambos están enterrados en la iglesia de San Pedro.
San Pedro
Junto a esta iglesia medieval, han construido un edificio moderno que no desentona con el entorno.
Sepulcros de alabastro, de Juan de Ávalos, de los amantes Dña. Isabel de Segura y D. Diego de Marcilla en la iglesia de San Pedro.
Bajo las figuras yacentes, por las celosías se pueden contemplar las momias de los amantes.
Así se exponían hasta los años 50 en que se construyeron los sepulcros.
Los hechos: Diego de Marcilla, segundón de la familia, estaba enamoradísimo de su vecina Isabel de Segura. Ambos eran de noble familia, pero Diego, al ser segundo no iba, de acuerdo a la costumbre aragonesa, a heredar ningún bien. El padre de Isabel se negó a autorizar el matrimonio con un pobre segundón. Isabel también enamorada accede a la petición de Diego: Esperarle durante 5 años hasta que vuelva con riquezas y honores. Al cabo de este tiempo, Diego vuelve a Teruel enriquecido, pero días antes Isabel ha sido prometida a otro pretendiente. Diego va a ver a Isabel y le recrimina que no haya esperado. Le pide un beso y ella, honesta y ya casada, se lo niega. Diego cae muerto y el padre de Isabel, envía el cadáver a casa de los padres del muchacho. Al día siguiente se celebra el funeral para ser enterrado en la iglesia de San Pedro. Todos se sorprenden cuando una dama enlutada se acerca al cadáver y le besa. La dama permanece inclinada sobre el muerto. Cuando la retiran ven que se trata de Isabel que está también muerta. El marido y el padre de Isabel deciden que sea enterrada junto a su amado en la iglesia de San Pedro. Esa es la historia. En el siglo XVII al remodelar la capilla se descubren los restos que ahora yacen para siempre en la misma capilla donde fueron enterrados victimas de su amor.
Hay documentos que atestiguan la historia y las pruebas realizadas confirman que antigüedad de los restos coincide con la de los amantes.
Una hermosa historia de amor. Se dice que otros autores se inspiraron es este hecho, incluído W.Shakespeare, para escribir sus historias.
Cúpula de la capilla de los amantes.
Interior iglesia de San Pedro
Altar mayor de San Pedro, estilo renacentista
Altar de la capilla de los Segura, dedicada a San Cosme y San Damián
Claustro de la iglesia.
Después de tanto amor y tanto arte hay que reponer fuerzas y lo mejor es hacerlo en alguno de los bares que alrededor de la plaza del Torico abren sus puertas. Tapear y tomar una cerveza o, mejor un vino, es lo que hicimos. Luego a pasear por esas calles y disfrutar de los monumentos iluminados. La tranquilidad de una pequeña ciudad se agradece.
La plaza del Torico
El Salvador
Casa Modernista
La casa modernista llamada de la Madrileña
El Atheti de Bilbao y la Torre de El Salvador a través del techo
El bar La Torre
Después de unos cuantos mojitos, volvimos al hotel a descansar pues al día siguiente nos íbamos a visitar uno de los pueblos más bonitos de España. ALBARRACÍN.
Sin duda fotos estupendas, la verdad es que es un lugar magnifico.
ResponderEliminarsaludos