Mis hijos me regalaron un pack de "La vida es bella". Y como siempre lo dejamos todo para última hora, decidimos repetir en parte un viaje que habíamos hecho hace algunos años.
Un fin de semana por tierras palentinas. Frómista, Villalcázar de Sirga, Carrión de los Condes, y Palencia capital.
En un fin de semana, se supone que no puedes hacer muchas cosas, pero ver maravillas del románico, pasear por estas villas y tomar un buen queso con vino, hacen que cargues pilas.
Nuestra habitación
La casona de Doña Petra, aislada pero con mucho encanto
Como está a mitad de camino, nos hospedamos en La Casona de Doña Petra, una casa rural con encanto. Se encuentra en Villarmentero de Campos. El pueblo, si se puede llamar así, en invierno está deshabitado. En 1991 solo tenía 18 habitantes, por lo que ahora debe tener menos. Al menos la noche que estuvimos allí no vimos a nadie por la calle. Tiene una iglesia que está cerrada (supongo que solo la abren para decir misa) y que es del siglo XV.
La vista no es muy hermosa y la iglesia tampoco; el interior no pudimos visitarlo.
Como veis esta todo en la misma dirección del camino francés de Santiago. Entre Carrión y Frómista hay apenas unos 20 kms. y hay un paseo peatonal cómodo que permite andar sin tener que vigilar a los coches que pasan.
Nada más llegar, lo primero que hicimos fue ir a Villalcázar a ver su magnífica iglesia bajo la advocación de Santa María la Blanca. Es un edificio construido entre los siglos XII y XIV. Es un templo fortaleza de estilo tardo-románico y protogótico.
Vista de la iglesia de Santa María, fachada occidental. En primer plano el monumento al peregrino
Fue encomienda de la orden templaria y lo que llama la atención es el conjunto escultórico de la portada del siglo XIII,
Maravillosa portada meridional
Cristo entre los Apóstoles y Santa María con Alfonso X el Sabio
Detalle de los Apóstoles
Arquivoltas de la portada
Detalle de Santa María la Blanca
Pantocrátor
San Gabriel
Otra imagen de la maravillosa portada
Arquivoltas de la portada de la capilla de Santiago
los sepulcros policromados del infante Felipe de Castilla y Suabia, hijo de Fernando III el Santo y hermano de Alfonso X el Sabio, el de su esposa, Ines Rodríguez Giron, y el de un caballero de la orden de Santiago, D. Juan Pereira.
Y el retablo mayor de los siglos XV y XVI.
Como ahora es una parroquia de pueblo, Sic transit gloria mundi, estaba cerrada y nos contentamos con admirar la portada meridional. Que es una joya tanto escultórica como arquitectónica. Hay una inclinación de uno de los pilares que sujetan el arco y que muestra una grieta que si no se toman medidas puede arruinar esta maravilla.
Fachada meridional con el pilar inclinado
A finales del siglo XIX se derrumbó la fachada occidental, perdiéndose la puerta del Ángel, algunas de cuyas esculturas se aprovecharon en otros nichos. Como se puede ver, se cerró la nave con ladrillos sin ningún tipo de interés por reconstruírla. Se perdieron unos 7 metros de la nave.
En un bar enfrente, nos comentaron que el Sr. Cura venía sobre las 5 para enseñar la iglesia, así que nos fuimos a Carrión.
Y nada mas entrar, te encuentras con los restos de muralla, y junto a ésta la iglesia románica de Santa María del Camino, de finales del siglo XI y que conserva la fachada meridional, con una gran influencia de los modelos franceses. El friso con la visita de los Reyes Magos a Herodes. Sansón y Carlomagno también aparecen.
Diversas vistas de esta hermosa iglesia
Atrio con el friso de los Reyes Magos. Obsérvese uno de los arbotantes que destruye el friso y la figura del jinete
Magnífica portada de Santa María del Camino
Dovelas de la portada con figuras humanas y motivos vegetales
e
Nave central, Altar barroco al fondo
Nave lateral
Sepulcro en la nave principal
Detalle del sepulcro anterior
En las arquivoltas, figuras de personajes en sus oficios , los capitales se decoran con figuras humanas y animales fantásticos. Llaman la atención las impostas de la puerta que tiene forma de toros. Desgraciadamente el friso, esta mutilado por los arbotantes que se levantaron en el XVII para afianzar la iglesia. Una talla de la virgen del Camino del s. XIII, un Cristo del XVI y varios sepulcros se exhiben en el interior.
Jinete no identificado
San Martín?
Capiteles
Impostas de la puerta meridional
Continuamos nuestro paseo y nos dirigimos a contemplar una de las joyas de esta ciudad. La iglesia de Santiago.
Fue construida a mediados del siglo XII y lo más destacable es su fachada occidental que es considerada una de las mejores muestras del románico de transición. Un arco de medio punto y una arquivolta sobre columnas bellamente decoradas sostienen un friso con altorrelieves que representan a Cristo Pantocrátor rodeado por los Tetramorfos. Cristo bendiciendo sujetando el Libro de la Vida, rodeado por los apóstoles. En las dovelas de la arquivolta figuras humanas ejerciendo los oficios de la época. En los capitales se muestra la lucha del bien y del mal. En el interior se recogen en un museo obras de arte sacro de la ciudad y de pueblos de los alrededores. En el siglo XVI se reconstruyó con una única nave central y con capillas laterales. En el XVIII se reconstruye la torre que se vuelve a erigir en estilo mudéjar que es como se encuentra en la actualidad. En 1811 durante la Guerra de la Independencia se destruyó el templo salvo los ábsides y la magnífica fachada que ahora contemplamos pues según nos comentaron allí se guardó un polvorín que para evitar que cayera en manos del enemigo se explosionó. Se reconstruye en 1849 reduciendo su tamaño. En el XX se hacen obras de conservación y restauración.
Su maravillosa fachada
En el interior un museo con obras muy interesantes
Capiteles que se conservan en el museo
Y ahora amigos, no puedo resistirme a mostraros unas cuantas fotos de esta extraordinaria obra de arte. Disfrutad.
Hambrientos, nos dirigimos al monasterio de San Zoilo que es un hotel-restaurante con mucho encanto. Hay que cruzar por un puente medieval el rio Carrión. En una de sus orillas junto a una hermosa chopera o alameda (tanto da) se encuentra este maravilloso monasterio.
Rio Carrión
La alameda
Fachada barroca del monasterio-hotel
Escudo real en la fachada
Fachada barroca con la torre mudéjar
Vista de la torre
Comedor del monasterio hotel
Un día es un día y uno se puede dar un capricho como el comer en un sitio tan refinado. No es para bolsillos en crisis pero su carta es asequible.
Claustro renacentista
Interior de la iglesia, en primer plano los sepulcros de los Banu Gómez, condes de Carrión
Capitel románico en la portada de acceso a la iglesia
Como todavía teníamos tiempo hasta que abrieran la iglesia de Villalcázar, optamos por visitar el monasterio de Santa Clara que está a la entrada de Carrión . Hay otras iglesias como la de Ntra. Sra. de Belén, la de San Andrés, la de San Julián o la ermita de Ntra. Sra. de la Piedad.
¡Otra vez será!
Este monasterio fue fundado en 1255 por Dña. Juana, esposa de Enrique II y es uno de los conventos de clarisas más antiguos de España.
La iglesia actual es renacentista del siglo XVI sobre otra anterior gótica. La iglesia tiene nave única cubierta por bóveda de cañón con lunetos. Interesante el mausoleo de alabastro de Dña. Aldonza Manrique, condesa de Castañeda.
Junto a la iglesia se encuentra el claustro desde el que se accede al museo de belenes, al albergue de peregrinos y al obrador que como buen convento se dedica a preparar exquisiteces culinarias. (Ya se sabe, que si no quieres que llueva el día de tu boda o comunión, hay que llevar huevos a las clarisas. ¡Al menos eso dicen las abuelas!)
El convento de las clarisas. Una fachada muy sobria y elegante
De vuelta en Villalcázar entramos en su magnífica iglesia previo donativo.
Habéis visto antes algunas fotos del interior, ahora os muestro algunas otras más.
Rosetón de la capilla de la orden de Santiago
Capilla de Santiago. Interior
Vista de la nave desde el presbiterio
Nave central desde el crucero
Caballero y damisela
Obsérvense los arcos formeros y fajones
Nave lateral desde el crucero
El altar mayor desde el coro
Santa Maria la Blanca en el retablo del altar mayor
Predela del retablo de comienzos del XVI. Las tablas de estilo hispano flamenco son atribuidas al Maestro Alejo, un pintor local, y la parte escultórica a Manuel Alvarez con policromía de Francisco de Carracejas.
Este retablo se compone de varias partes de distintos siglos. La más antigua es el Calvario que lo corona y que data de 1300, la predela de finales del XVI a modo de sotobanco. En los años 40 se desmontó, se cambiaron de posición algunas tablas y se fabricó el dosel central que acoge a la Virgen, su chapitel , las cresterías caladas y los escudos heráldicos del guardapolvos.
¿La imagen que veneró Alfonso X el Sabio?
Pero si por algo es conocida esta iglesia, es por cobijar la imagen milagrosa de Santa María la Blanca, en honor de la cual, Alfonso X el Sabio compuso algunas de sus famosas Cantigas.
Hasta pronto Villalcázar de Sirga
Anocheciendo nos fuimos a Frómista para ver otra joya.
Iglesia de San Martin de Tours
Llegamos justo cuando estaban cerrando la pero el guarda amablemente nos dejó pasar unos minutos para ver tan magnífico lugar pues no podía esperar hasta el día siguiente. Una rápida y maravillosa mirada al interior iluminado de la iglesia, mientras afuera era de noche y llovía, nos transportó a otros tiempos.
Cuando salimos nos dirigimos a la Venta Boffard, que está en la misma plaza, a reponer fuerzas. Desde uno de sus ventanales pudimos contemplar esta joya del románico mientras dábamos buena cuenta de un amplio surtido de tapas, especialmente el queso, con un buen vino de esta Tierra de Campos. En las paredes como es casi habitual colgaban los cuadros de una exposición temporal. Algunos muy interesantes.
Venta Boffard
Como ya era tarde y no hacía una buena noche nos dirigimos a la Casona de Doña Petra a descansar.
A la mañana siguiente volvimos a Frómista y después de desayunar nos dirigimos a San Martín.
San Martin de Tours bajo la lluvia
Fachada de Poniente. Esta portada es un añadido en la reconstrucción de finales del XIX, el hastial y la elevación de las torres también.
Cabecera de San Martín con sus tres ábsides. Destaca la linterna sobre el crucero.
San Martín fue fundado como monasterio benedictino por Doña Mayor, condesa de Castilla y viuda de Sancho III el Mayor, rey de Navarra. No está muy claro si su construcción se inicia en 1066 o ya a comienzos del 1100. Tiene una gran influencia del románico jaqués como se percibe en Santiago de Compostela, en San Isidoro de León y en Jaca.
Planta de la iglesia de San Martín de Tours
A finales del siglo XIX la iglesia presentaba un estado lamentable
Maqueta del estado de la iglesia que se conserva en el interior. Obsérvese
las construcciones adheridas.
En esas fechas, D. Manuel Aníbal Álvarez y Amoroso (a cada uno lo suyo) desmonta y reconstruye la iglesia, eliminando los añadidos, reconstruyendo partes desaparecidas e inventándose alguna zona como la portada del muro sur del transepto. donde estuvo la sacristía, (ver imagen de la maqueta),
La portada meridional que no existía, reconstrucción imaginaria de D. Manuel
el hastial de la fachada occidental y 86 de los 320 canecillos (las ménsulas con figuras humanas que recorren todo el perímetro de la iglesia), asi como posiblemente las dos torres pues aunque como se ve en la maqueta figuran en la planta del templo se supone que no excederían la altura de la nave.
Canecillos
Es cierto que parece recién hecha pero gracias a esta restauración que la despojó de construcciones aledañas, se puede observar completamente su belleza.
Es de planta rectangular con tres naves cerradas por ábsides circulares orientada hacia el este como es habitual en las iglesias del siglo XI. La nave central es más alta que las laterales. El crucero no sobresale de la planta y en el crucero se yergue la linterna de forma octogonal y la bóveda.
Nave central con vista a la cabecera. Cristo del siglo XIII
Nave lateral . Obsérvese en primer plano la marca del cantero en el muro, bajo la moldura ajedrezada que recorre todos los muros del templo
Vista del ábside
Vista de la nave hacia poniente
Nave lateral hacia poniente
Nave central. Arcos fajones y formeros sujetan la bóveda de medio punto característica del románico
.
Del cuadrado al octógono. Linterna y bóveda.
Pero si el edificio es una joya, no lo son menos los capiteles del interior.
Capiteles con figuras humanas y seres fantásticos.
Crismón en el acceso a la torre.
Es muy agradable, si se tiene tiempo, descubrir cuales son los restaurados y cuales no. En el interior de la iglesia hay un gráfico que los muestra.
Tuvimos la suerte de estar solos en un sitio tan magnífico en el que durante tantos años hubo oración y silencio. Ese ambiente y el día gris y lluv
ioso nos transportaron a otros tiempos. (Creo que ya lo he dicho, pero fue uno de esos momentos mágicos en los que el tiempo no existe).
Y salimos al exterior para contemplar toda su belleza.
Si los capiteles del interior son extraordinarios los exteriores no lo son menos. En el interior, figuras humanas, y fantásticas; en el exterior motivos vegetales y aves.
Pero teníamos que continuar y con muy pocas ganas tuvimos que separarnos de tan venerable edificio.
Pero antes de irnos hacia Palencia, la Bella Desconocida, nos detuvimos un momento para ver la iglesia de San Pedro.
Iglesia del siglo XV con una portada de Juan de Escalante ya del XVI en estilo renacentista. En el interior, retablo del XVII.
Y nos dirigimos hacia Palencia. El día continuaba lluvioso y el paisaje tenía un aspecto melancólico. En el CD sonaban las Cantigas de Alfonso X el Sabio y mientras los árboles pasaban a gran velocidad a ambos lados de la carretera.
Y llegamos a Palencia.
Paseamos un poco por sus calles bajo un aguacero. Al fin y al cabo es sólo agua, y chorreando entramos en la Catedral de San Antolín.
Es una de las catedrales más grandes de España. Tiene 130 metros de longitud y una altura de 43 metros, con 50 metros de anchura en su crucero.
Es de estilo gótico aunque conserva restos de otras construcciones anteriores de época visigoda (la cripta de San Antolín, del siglo VII) y románica. Se comenzó a construir en el siglo XIV. No tiene una fachada principal, y tiene un aspecto pesado y sobrio que esconde una gran riqueza en su interior tanto arquitectónica como escultórica.
Lo que destaca a primera vista es su torre, de estilo gótico, que tuvo un carácter militar aunque posteriormente se le añadieron pináculos y la espadaña.
La planta es de cruz latina pero tiene doble crucero por lo que tiene forma de cruz patriarcal no sobresaliendo éstos de la planta.
Una curiosidad que presentan otras catedrales son los caprichos de los canteros restauradores. En Palencia es una gárgola que toma fotos desde las alturas de todos los turistas que boquiabiertos tratan de descubrir a este fotógrafo de piedra.
Ya en el interior contemplamos la amplitud y claridad de sus naves.
Las bóvedas de crucería con las magníficas claves se alzan a más de 40 metros sobre nuestras cabezas.
El retablo del altar mayor, de estilo renacentista, fue encargado por el obispo Diego de Deza en el siglo XVI.
Pero no es solo el retablo la única joya que alberga esta catedral como podéis observar en las siguientes imágenes.
Pero bajo tanta maravilla se esconde otra mucho más sencilla pero impresionante.
La cripta de San Antolín del siglo VII de época visigoda. Restos preservados de la primera iglesia consagrada a este mártir.
Salimos de la catedral y callejeando llegamos a la plaza de San Miguel donde se eleva la iglesia del mismo nombre y en la que según la tradición se casaron el Cid y doña Jimena.
Es un templo de estilo románico-gótico, iglesia-fortaleza y la que destaca su torre de unos 70 metros de alto, con sus ventanales de tracería que mira hacia el rio Carrión que se encuentra a escasos metros. En la Edad Media era el límite sur de la ciudad.
El terremoto de Lisboa de 1755 afectó a la torre que tuvo que reforzarse por el riesgo de derrumbamiento.
El interior es sobrio con una marcada verticalidad.
Como era la hora del aperitivo buscamos por los alrededores donde tomarlo. Casi escondido, detrás de la iglesia nos topamos con Salsa César.
Todavía estaban preparando las tapas del aperitivo y hemos podido degustar en primicia, el sorbete de cava al boletus. La mezcla de sabores extraña pero excelente.
Como era pronto, hemos continuado, bajo la lluvia, nuestra visita a la capital palentina. La calle mayor con soportales mantiene un sabor típico de las ciudades castellanas. Así nos encontramos con la iglesia de San Lázaro.
Y muy cerca de allí está el monasterio de Santa Clara del siglo XV que conserva un Cristo espeluznante, que se dice esta cubierto de piel, que no inspira ninguna devoción, pero que es muestra del tenebrismo de la Contrarreforma.
Cabellos humanos y piel ¿?
Imagen de la fundadora
Interior de la iglesia
Y como era la hora de comer, volvimos a Salsa César.
Y esto fue lo que pedimos:
El boletus con chispitas de queso. ¡Delicioso! Como lo han sido el surtido de croquetas (algunos sabores no hemos podido descubrirlos) -pimientos, cecina, gulas, jamón. ¡Exquisitas! y cuando nos tomábamos un vino nos dijeron que hoy tenían bacalao al pil-pil. Soberbio. Vino fue un Rioja muy bueno. De postre mousse de limón y menta y un brownie . ¡Y otro sorbete de cava con boletus! Primicia de hoy. El ambiente fantástico y la música muy variada.
Con el aperitivo, zarzuela y a la hora de la comida, jazz. El personal muy atento y agradable especialmente Gloria.
Unos momentos fantásticos en una ciudad muy hermosa como Palencia. No dejéis de pasaros por SALSA CESAR. ¡Ah, y muy bien de precio!.
Con el aperitivo, zarzuela y a la hora de la comida, jazz. El personal muy atento y agradable especialmente Gloria.
Unos momentos fantásticos en una ciudad muy hermosa como Palencia. No dejéis de pasaros por SALSA CESAR. ¡Ah, y muy bien de precio!.
Restaurante Salsa Cesar, Rinconada de San Miguel 2,
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y muy cerquita la iglesia de San Francisco que no pudimos visitar pues se encontraba cerrada.
Impresionante exterior
Y después de haber disfrutado de este maravilloso fin de semana nos volvimos a Madrid, satisfechos por haber repetido un viaje que ya nos pareció fantástico la primera que lo hicimos.
UN CONSEJO:
Hay que visitar PALENCIA. Disfrutarla. Su historia, su patrimonio, su gastronomía, sus paisajes y su gente. PALENCIA, LA BELLA DESCONOCIDA.
¡ A PALENCIA!
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