OTRA IGLESIA : SAN MILLÁN Y SAN CAYETANO

 

 

En la calle de Embajadores núm 15, como separando  los castizos barrios de Lavapiés y de la Latina, se erige en 1678 la iglesia de San Cayetano. Los arquitectos de la misma fueron nada más y nada menos que José Benito de Churriguera, Pedro de Ribera y Francisco de Moradillo.

 

 

San Cayetano en la actualidad y antes de su incendio en 1936

 

En sus orígenes fue la antigua iglesia del convento de Nuestra Señora del Favor, que regían los teatinos. Éstos son clérigos regulares,  que en 1644 aparecen por Madrid y deciden instalarse en este lugar. LLevan una vida ascética, viven en comunidad y (curioso) no pueden pedir limosnas. Esta orden fue fundada por San Cayetano de Tiènne para reformar la vida relajada de muchos sacerdotes.

 

 

 

San Cayetano

 

 

 

Instalados en un barrio pobre, practicando la caridad,  el auxilio en los partos (sorprendente)  y con la devoción de los vecinos  a San Cayetano (que hoy continúa) levantan lentamente el templo pero con gran boato que para desgracia de todos es incendiado y destruido su interior completamente  en 1936 perdiéndose numerosas obras de arte incluida la imagen de San Cayetano original. La que hoy se venera  es una copia. 

 

La calle de Embajadores  con la iglesia de San Cayetano en llamas

19 de julio de 1936

 

 

 

Interior de la iglesia antes de su incendio

 

 

 Por eso lo que vemos hoy es completamente nuevo aunque la fábrica se ha restaurado completamente de acuerdo a su estado anterior.

 

 

 

Retablo del altar mayor con copias de obras del museo del Prado

 

En 1869 se derriba la Iglesia de San Millán Abad, situada en la Plaza de la Cebada y su parroquia se traslada a San Cayetano. Desde ese momento, la antigua iglesia de los teatinos pasó a convertirse en la iglesia parroquial de San Millán y San Cayetano, función que sigue desempeñando en nuestros días.

 

El primer proyecto se lo encargaron al arquitecto Marcos López que apenas dejó huella.

 

 

 

 Alzado de San Cayetano plano del proyect0

y planta de la iglesia con la cúpula central y cuatro cúpulas pequeñas en contrapunto

Guía de arquitectura 1700-1800 Ramón Guerra de la Vega 

 

 

 

La iglesia tiene planta de cruz griega  y está coronada con una gran cúpula de tambor sobre pechinas de estilo bizantino; el interior consta de tres naves y cuatro capillas cerradas con sus correspondientes cúpulas. La fachada fue construida en granito y su diseño se atribuye a Churriguera, aunque la construcción corresponde a Francisco Moradillo. Se compone de ocho grandes pilastras rematadas con capiteles de orden compuesto. Las dos pilastras de cada extremo encuadran las dos torres y entre las cuatro del centro se disponen tres arcos de acceso de medio punto. Sobre los arcos de la fachada se colocaron en hornacinas ricamente decoradas las estatuas de san Cayetano, de Nuestra Señora del Favor, y de san Andrés Avelino, realizadas en piedra por Pedro Alonso de los Ríos.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Interiores de San Cayetano, esta última de  la impresionante  bóveda sobre el crucero

 

 Es una pena que no se pueda contemplar a gusto por la estrechez de la calle. Es una excelente muestra del barroco madrileño denominado "estilo churrigueresco" .  Algunos especialistas difieren y adjudican la fachada y la obra a Pedro de Ribera cuyos restos (según se indica en una lápida) yacen a los pies de la iglesia.  La Iglesia fue concluida en el año 1761 por Francisco de Moradillo.

La festividad de San Cayetano es el 7 de Agosto y el barrio se transforma en una verbena llena de color, música y tipismo.

 

 

La calle que está junto a la iglesia se llama del Oso. La próxima bajando la calle de Embajadores es la de Cabestreros. Si seguimos por esta calle llegaremos a la plazuela de Cabestreros en la Calle Mesón de Paredes. Lo curioso de esta plazuela que no tiene ningún atractivo es una fuente sencilla que se yergue en el centro.  Es curioso por que es la única fuente de Madrid que queda, erigida por la República española tal y como nos dice su inscripción.

 

 

En la calle de Mesón de Paredes si subimos hacia la plaza de Tirso de Molina, en el número 13 nos encontraremos con una de las tabernas más antiguas de Madrid, la de "Antonio Sánchez", lugar torero y castizo donde tomar un chato de vino e incluso comer muy bien. ¡No perder! 

 

Taberna de Antonio Sánchez

 

 

Si bajamos llegaremos a la Corrala y enfrente las ruinas de las Escuelas Pías de San Fernando, (también incendiadas el 19 de julio de 1936).  40 o 50 años en ruinas hasta que tan venerables restos fueron recuperados y hoy son parte de la facultad de Historia de la UNED.
 

 

 

Las Escuelas Pias antes de la guerra

 

 

 

Fachada en la actualidad

 

Interior de las Escuelas Pias, hoy facultad de historia de la UNED

 

Estado actual de las EE.PP.

 

 

 

 

La Corrala, vivienda típica madrileña de sabor castizo

 

 

En su terraza un bar restaurante Gau & Café  con unas excelentes vistas de tan castizo lugar.  Con  unos precios accesibles (platos entre 10 y 15 euros).

 

 

Vistas desde la terraza del café

 

 

Si torcemos a la izquierda por Tribulete o Sombrerete llegaremos al corazón de tan castizo barrio, la plaza de Lavapiés.  La judería  en tiempos medievales donde encontraréis docenas de restaurantes hindúes, en la calle de Lavapiés, en la de Ave María (en semiesquina con la de San Carlos, la Taberna  La Mina, vermut de barril, cerveza fresquita, tapas y sobre todo, sobre todo la ración de gambas (6 por 2,50 euros). LLevan más de cuarenta años en el lugar y son famosas.

 Taberna La Mina

Y entramos en la plaza de Lavapiés
 

 

 

 

 

Plaza de Lavapiés en los años 60. Cine Olimpia

 

 

 

Mismo lugar 50 años después, a la izquierda la calle de Argumosa

 

 

Desde la plaza de Lavapiés  veréis el centro dramático nacional  (Teatro Valle-Inclán) y la calle de Argumosa  dedicada  al cirujano español D. Diego de Argumosa que destacó por sus trabajos quirúrgicos en el vecino Colegio de Cirugía de San Carlos); en Argumosa encontraréis puerta si  y puerta no, todo tipo de   restaurantes:  hindú, vegano, asturiano, chino, de tapas, etc. etc. y que seguro que os costará encontrar sitio pues normalmente están a rebosar. Cualquiera de ellos es bueno para estar con los amigos y pasar un buen rato mientras se toma algo. Nosotros siempre vamos a La Buga del Lobo.

 

 

 

Disfrutad de un barrio castizo, étnico y que gracias a Dios se ha recuperado de unos años en los que era mejor no acercarse por su degradación. Hoy distintas comunidades viven y conviven en él. 

¡Viva Lavapiés!

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