Hola a todos y a todas. Después de bastante tiempo me decido a retomar este blog para entretenimiento y distracción de algunos. Esta vez lo hago con el Panteón de Hombres Ilustres, en Madrid.
Muchos madrileños pasamos a diario por el Paseo de Maria Cristina y vemos una torre de estilo neobizantino y que no pertenece a ninguna iglesia. Es junto con el Panteón de Hombres Ilustres lo que queda del proyecto de construir una inmensa basílica para acoger los restos de los próceres de la Patria. Pocos madrileños lo conocen y apenas hay visitas pero merece la pena visitarlo.
El proyecto quedó en agua de borrajas por lo de siempre. Falta de dinero. Y su autor fue D. Fernando Arbós y Tremanti.
Foto Wikipedia
La primera idea de honrar a los ciudadanos ilustres surge en 1837 y el primer emplazamiento fue la iglesia de San Francisco el Grande. Pero no es hasta 1869 cuando los restos de los poetas Juan de Mena, Garcilaso de la Vega y Alonso de Ercilla, el militar Federico Gravina, y Ambrosio de Morales, Juan de Lanuza, Quevedo, Calderon de la Barca ,Ventura Rodriguez, Juan de Villanueva y el Marqués de la Ensenada son trasladados con toda la pompa y honores que merecían en una comitiva de 5 kilómetros escoltados por el ejército, clérigos, políticos y el pueblo de Madrid.
Tanta parafernalia para que unos pocos años después se devolvieran a sus lugares de origen, "cada mochuelo a su olivo".
El actual panteón se encuentra vecino a la basílica de Nuestra Señora de Atocha, notable y antiguo lugar de veneración y peregrinación de la casa real. En la guerra de la Independencia las tropas francesas ocupan el convento de los dominicos y que dejan hecho una ruina (como casi todos los conventos por los que pasaron), y allí hasta 1834 residen los dominicos que son expulsados en dicha fecha. El convento y sus dependencias se convierten en cuartel y allí son enterrados algunos de sus directores como José de Palafox, Francisco Castaños, Manuel Gutierrez de la Concha y Juan Prim, así como Antonio de los Ríos Rosas.
La reina regente María Cristina ordena la construcción de la nueva basílica y en 1890 se convoca un concurso que ganó D. Fernando Arbós. Este proyecto se inspira en el Duomo de Pisa. En 1899 se acaba la pasta y se deja el proyecto tal y como lo conocemos hoy. En 1901 se trasladan los restos ilustres menos los de Palafox que se devuelve a Zaragoza y los de Castaños que se envian a Bailén.
Luego poco a poco se van muriendo (y a otros los mueren) otros próceres y así llegan los restos de Martinez de la Rosa, Muñoz-Torrero, Alvarez Mendizábal, Jose María Calatrava, Olózaga, Argüelles, Cánovas, Sagasta, Dato y Canalejas.
La basílica actual se construye en 1924 bajo el auspicio de Alfonso XIII aunque el Panteón es independiente de la iglesia. Éste pertenece a Patrimonio Nacional y puede visitarse gratuitamente todos los días.
Es un claustro de tres lados en los que se encuentran los grupos escultóricos fúnebres de estos hombres que en su momento fueron los que dirigieron a nuestro país y hoy no son nada. Sic transit gloria mundi. ¡Toma latinajo!.
Acceso al Panteón
Escudo en el tímpano de entrada
El mausoleo de Sagasta fue esculpido todo en mármol por Mariano Benlliure. En la cabecera del sepulcro está sentada una figura femenina que representa a la Historia. A sus pies un joven obrero que representa al pueblo y que se apoya en los evangelios que representa la Verdad y empuña con su mano derecha una espada que representa la Paz.
Detalle del joven obrero
La figura de Sagasta viste levita y luce el Toisón de Oro
Hermosa cabeza femenina
Cúpula del panteón
El sepulcro de Eduardo Dato es obra también de Mariano Benlliure y fue esculpido en 1928. Sobre un alto basamento yace el cuerpo del político asesinado cubierto por un sudario con las manos sobre el pecho.
En la cabecera una figura esculpida en bronce,de mujer cubierta alza una cruz. A sus pies dos amorcillos custodian el escudo de España.
D. Eduardo Dato e Iradier
El monumento funerario de Antonio de Rios Rosas, político liberal-conservador fue realizado en 1905 por el artista catalán Pedro Estany.
Es un sepulcro tipo retablo sobre un basamento de mármol se eleva el sarcófago del difunto en bronce con damasquinados dorados. Un joven genio alado ofrece una rama de laurel al busto de Rios Rosas. La figura de una mujer se tiende sobre el sarcófago.
Detalle de los amorcillos que coronan la tumba retablo
Antonio Cánovas del Castillo político conservador, nacido en Málaga y asesinado en un balneario en Guipúzcoa y uno de los artífices de la restauración de Alfonso XII.
Su monumento funerario, uno de los mas suntuosos, fue realizado en 1906, en mármol, por Agustín Querol. Es de tipo retablo y se compone de una urna rectangular con 6 hornacinas que cobijan estas virtudes: Templanza, Sabiduría, Justicia, Elocuencia, Prudencia y Constancia.
Sobre la urna una figura que representa a D. Antonio. En su cabecera una figura de mujer que simboliza la Patria llora desconsoladamente; otras figuras femeninas la Historia y el Arte encuadran la composición donde se represente la resurreción de Cristo.
D. Antonio Cánovas del Castillo
Detalle de las manos de la figura femenina que solloza sobre la sepultura
En el patio se encuentra una tumba colectiva coronada por la Patria en la que reposan los restos de Olózabal, Mendizabal, Argüelles, de la Rosa y otros.
Otra vez en el claustro nos encontramos con otra sepultura tipo retablo. Esta es la del Marqués del Duero. D. Manuel Gutierrez de la Concha e Irigoyen. Héroe liberal de las guerras carlistas.
Es obra de Arturo Mélida Allinari salvo la efigie del marqués que es de Elías Martin. Es un monumento tipo retablo con un gran arco de medio punto que cobija la figura del genio militar que pensativo sujeta la efigie del marqués. A sus pies, en piedra rojiza aparece esculpida la figura de un león que vela eternamente el cuerpo del fallecido como símbolo de importalidad. En las dovelas del arco figuran las fechas y las batallas en las que destacó el general.
Por último nos encontramos con el impresionante entierro de D. José Canalejas, político liberal, asesinado en la Puerta del Sol en 1912.
Fue esculpido también por Mariano Benlliure, en mármol, y representa el momento en que dos fornidos hombres ayudados por una mujer depositan el cadáver en su última morada.
Sobre el dintel la figura de Cristo Redentor con los brazos abiertos como una aparición divina.
En la parte posterior de este bloque se dibuja un cruz y unas guirnaldas de laurel y de encina que representan la inmortalidad
Es un lugar en el que se respira paz y calma a pesar de estar junto a una zona muy transitada por el tráfico. Cuando vamos a Londres visitamos la abadía de Westminster donde reposan los hombres ilustres de Inglaterra. Cuando vamos a París acudimos al Panteón. Pero aquí, como casi siempre, nos olvidamos de hombres que honraron y dieron sus genios por este país. Tenemos la costumbre de perder sus restos (Lope de Vega, Velázquez, ¿Cervantes?, y otros) pero a los que tenemos localizados, no les hacemos ni caso.
Dirección: Calle de Julián Gayarre, 3, 28014 Madrid
ENTRADA GRATUÍTA.
Me ha gustado mucho, pero más visitarlo contigo...............
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